29 Jul
29Jul


Hasta nuestro despacho llegó esta información sobre lo que estaría ocurriendo presuntamente en el Ministerio del Deporte, donde habrían presuntos pagos en efectivo a la Federación Colombiana de Softbol.

El contrato CAIP-488-2025 del Ministerio del Deporte, firmado con la Federación, vuelve al centro del debate por maniobras cuestionables en el manejo de fondos públicos.

Una cifra escandalosa ha sacudido el entorno del sóftbol colombiano: $217.718.300 habrían sido retirados en efectivo por parte de la Federación Colombiana de Sóftbol, en el marco de la ejecución del contrato CAIP-488-2025, suscrito con el Ministerio del Deporte para la organización de eventos deportivos internacionales durante 2025. Este movimiento financiero, aparentemente justificado como un pago a la WBSC (Confederación Mundial de Béisbol y Sóftbol), deja más preguntas que respuestas. ¿Por qué se retiró semejante suma en efectivo, si la entidad internacional ya tiene registrados sus datos bancarios oficiales para recibir transferencias directas? ¿Por qué no se utilizó un mecanismo más seguro, eficiente y trazable? El contrato —por $800 millones de pesos— exige a la Federación estrictos protocolos de legalización y ejecución, incluyendo el uso exclusivo de una cuenta bancaria con saldo en cero, creada específicamente para este fin. 

Además, las cláusulas prohíben expresamente el lucro, establecen controles técnicos y financieros, y obligan a realizar pagos mediante mecanismos bancarios y electrónicos, precisamente para evitar riesgos de corrupción, opacidad o pérdida de recursos públicos. La maniobra —consistente en el retiro físico de más de 217 millones de pesos, en un país azotado por altos niveles de inseguridad— se presenta como una flagrante contradicción con los principios de eficiencia, transparencia y seguridad financiera exigidos por el propio contrato y la normatividad estatal. en el sector deportivo ya asocian este episodio con el afán del presidente de la Federación, Eduin Díaz Pájaro, por aferrarse al cargo, pese a múltiples cuestionamientos y controversias que lo rodean. “Estos movimientos financieros podrían representar la punta del iceberg de una gestión que merece una profunda auditoría”, señaló un experto en contratación pública consultado por este medio.

Mientras tanto, el Ministerio del Deporte guarda silencio, y la contraloría y los entes de control aún no se pronuncian públicamente sobre este caso, que amenaza con convertirse en un escándalo de gran magnitud en el deporte colombiano.¿Dónde están los controles? ¿Quién autorizó semejante retiro? ¿Se trató realmente de un pago, o de algo más? 
Son preguntas que exigen respuestas urgentes.

Aquí debajo puede descargar el archivo del contrato: 


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