Por Rodrigo de Triana
Frente al manejo corrupto y al clientelismo que han oscurecido la gestión de las juntas de acción comunal —convertidas en auténticas “juntas de bolsillo” al servicio de intereses particulares—, los vecinos han decidido tomar la iniciativa y recuperar su poder.
Durante demasiado tiempo, voces disidentes han denunciado la aparición de estructuras comunales dominadas por “asalta‑voluntades”: personas que canalizan recursos y decisiones para beneficio propio o de unos pocos afines. Estas juntas paralelas han marginado los proyectos comunitarios y el bienestar ciudadano, instaurando una lógica perversa: el lucro personal por encima del bien común.
Hoy, esa realidad comienza a desmoronarse. Con fuerza y unidad, Crespo se movilizó masivamente para elegir a la nueva Junta de Acción Comunal del sector Aeropuerto. Esta revocatoria democrática no solo representa un cambio institucional urgente, sino también un mensaje contundente: el verdadero poder pertenece a la gente honesta.
Fue un triunfo de la ciudadanía. Más que una elección, fue una reclamación urgente de cambio. Una jornada histórica que expresó el deseo colectivo de romper con el pasado y poner al frente de la gestión comunitaria a personas transparentes, comprometidas y honestas.
Lo que ocurre hoy en el sector del Aeropuerto es una señal vibrante para todo el barrio: cuando la ciudadanía se une, la corrupción no resiste. Este modelo de participación debe replicarse en cada rincón de Crespo. Solo así podremos recuperar, con dignidad, los espacios comunitarios que nos pertenecen.